Un día como hoy, gracias a algunos amables lectores que nos han honrado con sus comentarios a
No es lo mismo, advertimos el inmenso atrevimiento de haber opinado sobre la justicia y el poder judicial, dos temas que evidentemente no le competen a nadie más que a los que ya pertenecen a ese selecto ámbito.
serájustina dijo...
No sabía que eras un estudioso del derecho, seguramente con muchos años de cursos de postgrado, congresos, y muchas publicaciones sobre Derecho Constitucional. Te felicito.
serájustina dijo...
Cómo se ve que sos versado en Derecho Constitucional. Se notan tus años de estudio, tus publicaciones y el centenar de congresos a los que habrás asistido.
Se agradece la ironía, serajustina. Es bueno saber que usted se digna a utilizarla con pelafustanes del montón, indignos de su valorable tiempo y versación jurídica.
Otro amigo, nos dice lo siguiente:
Mariano T. dijo...
El tema es si una ley es o no constitucional, no si te gusta o no, si amplia o no derechos, etc.
Si no te gusta la constitucion, podes hacer un partido y ganarte 2/3 de ambas camaras, o podes irte a un pais con una constitucion mas bonita.
De haber sabido antes que teníamos que consultarle a alguien cuál era “El tema” sobre el que podíamos opinar y cuál no, créanos Mariano T., que lo habríamos hecho. En las próximas ocasiones, si no le resulta mucha molestia, le preguntaremos a usted antes de escribir algo.
Sepa disculpar. Nuestro problema es el mismo que el de las grandes mayorías iletradas. Es que por un breve momento, desde el 2003 a la fecha, nos pareció que “El tema” era justamente si las decisiones y las transformaciones políticas “amplían o no derechos”. Brutos, nosotros, veníamos creyendo que la carta magna (¿podemos decirle así o también hay que ser especialista para nombrarla de esa manera?) servía para conocer nuestros derechos, poder ejercerlos y tratar de ampliarlos.
Fíjese, con su permiso Mariano T., que a veces las cosas pueden ser inconstitucionales, después constitucionales, después de vuelta inconstitucionales. Por ejemplo, y tal como citó la Corte y transcribimos en el post anterior, la tenencia para consumo. Que, por la misma norma, y por la misma instancia, pero en distintos tiempos, pasó de ser inconstitucional, a constitucional, a inconstitucional. Esta circunstancia no hace más que reforzar que la "naturaleza" de lo constitucional, no existe. Porque, si se lo pone a pensar dos segundos, con su permiso Mariano T., , en algún momento todo lo que hoy es una aberración (por ejemplo, la prohibición a las mujeres para votar) fue constitucional. El descubrimiento que le queda por hacer, genio de la república, es que, oh, madre mía, ¡los jueces hacen política!
Y además, de casualidad, por leer la constitución sin tutores, encontramos este artículo:
"Artículo 33.- Las declaraciones, derechos y garantías que enumera la Constitución, no serán entendidos como negación de otros derechos y garantías no enumerados; pero que nacen del principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno".
Ahora, gracias a los jueces y a los especialistas en derecho constitucional aprendimos que la constitución nacional sirve para lo contrario. ¡Gracias por la data, doctores!