24/6/11
16/6/11
Volveré y seré punto org
Un día como hoy pero hoy, vuelve la página web del Suplemento Ni a Palos al lugar de donde nunca se tendría que haber ido porque en realidad nunca estuvo, porque el mundo virtual en realidad no existe, como el de las ideas, como el del amor, como el de la magia... ¿o sí?
7/6/11
¿Vos también militás en La Cúltura?
Un día como hoy, por las dudas, Lucas, va una más:
1) ¿Hay algo específico que en la cultura haya provocado el kirchnerismo?
Cultura es un término en disputa o, en todo caso, es el resultado de una o varias disputas de sentidos, de razonamientos, de valores ético-morales, ideologías. Lo artístico es sólo una de las manifestaciones de una determinada cultura, que asienta determinados sentidos comunes colectivos en una época determinada. En ese sentido, si hay algo que el kirchnerismo provocó en forma casi obsesiva fue justamente una impugnación a la cultura que recibió en el 2003.
Néstor y Cristina entendieron mejor que nadie que una política cultural es, mucho antes que una cuestión artística, una crítica de la cultura, en su sentido profundo. Si recordamos lo salvajemente incorporada que estaba en la sociedad argentina la idea de, por ejemplo, el uno a uno, las privatizaciones, o la relación de sumisión ante los países centrales, encontraremos una pista de lo que es la cultura y de lo muchísimo que este gobierno ha hecho en términos culturales.
Y fueron Néstor y Cristina, en persona, ellos mismos, los que asumieron esa responsabilidad en forma directa. Los discursos volvieron a tener sentido porque se volvió a tener algo que decir desde la política. Sobre cada medida o anuncio, Cristina sobre todo, se encarga de razonar, explicar y desentrañar el contexto, los fundamentos, antescedentes y la ideología que le da forma, sentido y justificación.
Sobre esa serie de sentidos comunes y cosmovisiones profundamente asentadas en la sociedad, que desde mediados de los 70 hasta el 2003 era un terreno exclusivo de la derecha, incluso en términos globales, el kirchnerismo abrió una gran compuerta que estaba con llaves y candados ensangrentados, por la que volvió la historia, el sentido, la continuidad y la actualización de las luchas populares. En ese sentido, el kirchnerismo, como el primer peronismo, revolucionan la cultura recibida a través de la política directa, clara, sin intermediarios.
2) ¿Qué cosas perdurarán -si hubiera algo- como marca de época en el plano de la cultura?
La recuperación del autoestima nacional y latinoamericano es el gran legado de esta época. Sobre eso no hay vuelta atrás. Cuando los pueblos vuelven a pensar colectivamente que lo propio es bueno, es de calidad, se abre un camino un tanto incierto pero en una dirección y un rumbo difícil de torcer.
1) ¿Hay algo específico que en la cultura haya provocado el kirchnerismo?
Cultura es un término en disputa o, en todo caso, es el resultado de una o varias disputas de sentidos, de razonamientos, de valores ético-morales, ideologías. Lo artístico es sólo una de las manifestaciones de una determinada cultura, que asienta determinados sentidos comunes colectivos en una época determinada. En ese sentido, si hay algo que el kirchnerismo provocó en forma casi obsesiva fue justamente una impugnación a la cultura que recibió en el 2003.
Néstor y Cristina entendieron mejor que nadie que una política cultural es, mucho antes que una cuestión artística, una crítica de la cultura, en su sentido profundo. Si recordamos lo salvajemente incorporada que estaba en la sociedad argentina la idea de, por ejemplo, el uno a uno, las privatizaciones, o la relación de sumisión ante los países centrales, encontraremos una pista de lo que es la cultura y de lo muchísimo que este gobierno ha hecho en términos culturales.
Y fueron Néstor y Cristina, en persona, ellos mismos, los que asumieron esa responsabilidad en forma directa. Los discursos volvieron a tener sentido porque se volvió a tener algo que decir desde la política. Sobre cada medida o anuncio, Cristina sobre todo, se encarga de razonar, explicar y desentrañar el contexto, los fundamentos, antescedentes y la ideología que le da forma, sentido y justificación.
Sobre esa serie de sentidos comunes y cosmovisiones profundamente asentadas en la sociedad, que desde mediados de los 70 hasta el 2003 era un terreno exclusivo de la derecha, incluso en términos globales, el kirchnerismo abrió una gran compuerta que estaba con llaves y candados ensangrentados, por la que volvió la historia, el sentido, la continuidad y la actualización de las luchas populares. En ese sentido, el kirchnerismo, como el primer peronismo, revolucionan la cultura recibida a través de la política directa, clara, sin intermediarios.
2) ¿Qué cosas perdurarán -si hubiera algo- como marca de época en el plano de la cultura?
La recuperación del autoestima nacional y latinoamericano es el gran legado de esta época. Sobre eso no hay vuelta atrás. Cuando los pueblos vuelven a pensar colectivamente que lo propio es bueno, es de calidad, se abre un camino un tanto incierto pero en una dirección y un rumbo difícil de torcer.
Romper con la anteojera de que lo nuestro es malo porque es nuestro permite abrir un infinito abanico de posibilidades que significan concretamente mejorar las condiciones de vida del conjunto del pueblo. El desendeudamiento con el FMI, la reestatización de las AFJP, la desmonopolización y democratización de los medios de comunicación son avances muy concretos que implican, por un lado una gran decisión política tomada sobre una crítica profundamente cultural y por otro, una serie de oportunidades para proponer una cultura nueva, alternativa, socialmente más justa y solidaria.
3) ¿Cuáles son las manifestaciones más novedosas en la cultura durante este proceso?
A diferencia de las últimas experiencias populares en latinoamérica, e incluso del resto del mundo, en esta oportunidad somos parte de un momento en el que los debates de ideas tienen un marco de libertad y margen mucho más grande que nunca. Porque, si bien la década del 70 fue profundamente rica en nuevas experiencias estéticopolíticas, el debate no tenía tanto margen como ahora. La acción política y cultural se impuso totalmente sobre determinado espacio de reflexión. Al ser la revolución el único destino posible e incluso inminente, el camino no importaba tanto. De ahí que recién ahora, con Néstor definiéndose como parte de una generación diezmada, pudo volver a aparecer otra versión de aquella militancia que quedó oculta por la lectura militarista iluminada. En el 2003 se repuso en la escena central los 70 en el plano de la política de masas, de liberación y emancipación, de justicia social.
En ese sentido, la libertad con la que hoy se puede hacer política en un contexto sin violencia, marca una epoca inédita en toda la historia de nuestros pueblos. Incluso, la aparición de gobiernos populares que representan a Latinoamérica en el contexto mundial, tampoco tiene antescedentes recordables en la historia de los últimos doscientos años.
El clima que se vivió durante la discución sobre la Ley de Servicios Audiovisuales es la fotografía más nítida de lo novedoso de esta época en términos culturales: discución, criterios enfrentados, distintas justificaciones, verdades, mentiras, argumentos profundos y elaborados bajados a un debate mediático por un lado y callejero por otro, sobre grandes temas y sobre temas específicos derivados de aquellos. La manifestación más notable de la cultura durante el kirchnerismo es la crítica a una cultura y la propuesta colectiva sobre otra.
3) ¿Cuáles son las manifestaciones más novedosas en la cultura durante este proceso?
A diferencia de las últimas experiencias populares en latinoamérica, e incluso del resto del mundo, en esta oportunidad somos parte de un momento en el que los debates de ideas tienen un marco de libertad y margen mucho más grande que nunca. Porque, si bien la década del 70 fue profundamente rica en nuevas experiencias estéticopolíticas, el debate no tenía tanto margen como ahora. La acción política y cultural se impuso totalmente sobre determinado espacio de reflexión. Al ser la revolución el único destino posible e incluso inminente, el camino no importaba tanto. De ahí que recién ahora, con Néstor definiéndose como parte de una generación diezmada, pudo volver a aparecer otra versión de aquella militancia que quedó oculta por la lectura militarista iluminada. En el 2003 se repuso en la escena central los 70 en el plano de la política de masas, de liberación y emancipación, de justicia social.
En ese sentido, la libertad con la que hoy se puede hacer política en un contexto sin violencia, marca una epoca inédita en toda la historia de nuestros pueblos. Incluso, la aparición de gobiernos populares que representan a Latinoamérica en el contexto mundial, tampoco tiene antescedentes recordables en la historia de los últimos doscientos años.
El clima que se vivió durante la discución sobre la Ley de Servicios Audiovisuales es la fotografía más nítida de lo novedoso de esta época en términos culturales: discución, criterios enfrentados, distintas justificaciones, verdades, mentiras, argumentos profundos y elaborados bajados a un debate mediático por un lado y callejero por otro, sobre grandes temas y sobre temas específicos derivados de aquellos. La manifestación más notable de la cultura durante el kirchnerismo es la crítica a una cultura y la propuesta colectiva sobre otra.
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