Un día como hoy pero hace una semana salía al mundo la
notita de color, gustosamente deglutida por la "
superestructura cultural" argentina, de que en
un episodio de la maravillosa serie "Los Simpsons" se retrataba a
Perón como un dictador que "cuando te hacía desaparecer, permanecías desaparecido". Los Autores aclaran: ambos somos fanáticos de la serie, la consideramos un producto cultural de altura, en especial como crítica a la sociedad norteamericana, muy en especial al respecto de su abrumadora ignorancia. Los Autores además creen que en el caso en cuestión, los escritores han sido presa de esa ignorancia. No les es reprochable un "
gorilismo" o alguna
intencionalidad parecida, sí lo es su falta de conocimiento y su profundo desapego y respeto por la historia de otros países que no sean el suyo.
El problema es otro. La reacción de la prensa argentina ante este episodio es absolutamente trucha: no hay aquí partidismo, ideología, coyuntura o parcialidad que valga. La prensa se ha quedado en la chiquita, aprovechando la cuestión para
gorilear de la manera más trucha que se haya visto. Plantear una polémica a partir del episodio, en el que se afirman no una, sino dos falsedades históricas de semejante
envergadura contra un presidente de nuestro país, es de una falta de amor propio que abruma. Así tenemos al
forrito de
Mancini, editor de Perfil.
com, que en
su gorilismo acérrimo de "
Palermo Valley" permite esta nota en la que se califica al episodio como "crítica demoledora". Después saca esta
otra en la que sostiene que en el episodio simplemente "ironizaban".
Los Autores creen que no da para pasarle un filtro del
Comfer. Lo que si no comprenden es como
unanimemente, desde los "centro culturales" no se les manda un mensaje, copado, de onda, a los muchachos de
Matt Groening, para que consideren que, al tener tantos y tantos
televidentes argentinos que se copan con ellos, lean un poquito antes de mencionar alguna figura histórica de nuestro
ispa. Porque esto no fue ni ironía ni crítica demoledora, fue una "
opera tosca" derivada del profundo desprecio que tiene la cultura norteamericana al respecto de la historia de todo lo que queda de
México para abajo, que de paso, para ellos es todo igual.
Porque lo que hay en el fondo de esta "
notita de color sin trascendencia" es la de hacer valer la memoria de nuestra historia como país, ante la ignorancia no ya de los ajenos, sino de los propios. Porque si vamos a hablar de
Perón como
desparecedor, o vamos a permitir que siquiera exista una "polémica" al respecto, no sólo vemos en esa actitud una profunda falta de profesionalidad periodística, es una falta de responsabilidad cívica. Si, cívica, esa palabrita que supuestamente a nosotros los
peronistas no nos importa. Porque si vamos a hablar de desaparecidos, y eso que no es nuestra costumbre ponerles ideología a los asesinados y desaparecidos, hay que decirlo, a la mayoría los pusimos nosotros, los
peronistas. Los
peronistas eran los desaparecidos, entre otros, por supuesto, por eso no nos gusta ponerles ideología, porque son todos luchadores, son todos mártires que pusieron todo al servicio de una causa y fueron muertos, asesinados por los reaccionarios, por los autoritarios, por los cobardes, entonces, no nos gusta, pero cuando nadie sale a decirlo, bueno, lo tenemos que decir, a la mayoría los pusimos nosotros.
Y cuando se habla de autoritarismo, también podemos poner sobre la mesa al
ciudadano fusilado por un
francotirador desde una terraza el 17 de octubre del 45, y a los otros treinta manifestantes heridos de bala; o a las bombas que estallan en la manifestación de apoyo al gobierno
peronista en el 53, con un saldo de 8 muertos y 135 heridos; o a los 380 muertos y 1.200 heridos en el bombardeo a la plaza de mayo; o aquel otro bombardeo, en las mismas horas de espanto, a la refinería de petróleo en Mar del Plata, que alcanza a los trabajadores dejando un saldo de muertos y heridos que jamás se informó pero que se estiman en 4
oo; o la represión
fusiladora pocos días después de ese golpe en Rosario, despiadada, con 10 muertos y 25 heridos, levantada solamente por periódicos extranjeros; el secuestro del cadáver de nuestra querida Evita; la nefasta Operación Masacre, con el fusilamiento de 31 civiles y militares; las cárceles inundadas de militantes, 5.000 en el momento más salvaje; la prohibición por decreto del nombre del "tirano sangriento"; la desaparición de
Felipe Vallese; las 9 muertes ocurridas en actos
peronistas entre 1963 y 1969; las manos del Jefe, cortadas de su cuerpo, entre otras...
La prensa debió mandar un claro, pacífico, tranquilo y copado llamado de atención, y una "réplica" para adentro, para que cuando el
pibe de 16 años de
Burzaco vea ese capitulo sepa que lo que dice
Lenny es falso, es una equivocación, que sepa que
Perón pudo haber sido muchas cosas, pero que ganó todas las elecciones a las que lo dejaron presentarse y que no desapareció a nadie. Eso tendrían que haber hecho. Pero eligieron "polemizar".
Entonces, muchachos periodistas, empresas periodísticas, sigan
Uds.
fogoneando el odio, sigan poniendo en duda el profundo carácter democrático del
peronismo, que ha gobernado este país toda vez que hubo democracia, que ha luchado y puesto el cuerpo toda vez que hubo dictaduras, para que ustedes tengan libertad de prensa. Sigan, hagan "
republica" que nosotros vamos a hacer Patria, ganando elecciones y viendo Los
Simpsons desde el sillón de
Rivadavia.
Para finalizar, esto nos deja dos enseñanzas: lo del turro de
Mancini -un
boludito de cuarta que se cree que porque tiene un teléfono celular copado y sabe manejar
WordPress es el próximo
Sergei Brin- es sólo un ejemplo de lo trucha que es la prensa y la estructura cultural de nuestro país. Porque si Los
Simpsons hubieran hecho un capitulo hablando de los sanguinario, perverso y racista que era Sarmiento -y dicho sea de paso, en tal caso, no hubiesen faltado a la verdad- la "prensa libre" hubiese saltado como loca histérica a defender a la "Gran Familia Argentina", y el
Comfer no hubiese alcanzado sino que se habrían armado milicias comandadas por la
Pando para quemar las oficinas de la
Fox Argentina. Y si no nos creen, miren esta
fabulosa editorial escrita por los
discipulos de otro Gran Ladrón.
La otra enseñanza, triste si las hay, es que no puede ser, que somos unos
boludos, que vivir así no tiene gloria, que como puede ser que después de haber consolidado el
peronismo tantas veces el poder y siempre con la venia del pueblo durante cincuenta años de
historia democrática argentina no tengamos, todavía, no te digo un monopolio, no te digo alto
multimedio, pero por lo menos, aunque sea, un diario compañero.
PD: en la foto, Lisa, de Eva. Lisa es parecida a Eva.
PD2: ni hablar del viejito de Pergolini, que cuanto más grande más gorila se pone...