Hernán Pérez tomatelá...

Un día como hoy pero bien podría haber sido cualquier día de los últimos, ponele, dos años, otro heróico funcionario republicano se subleva ante la diKtadura y pone nuevamente a la Argentina en ridículo: en nombre de la institucionalidad se llena el gobierno de desertores que son protegidos por todo el arco opositor para que se mantengan en sus cargos. Es increíble: si seguimos a este paso, en un par de años todos los puestos clave del gobierno van a estar ocupados por opositores y eso esta buenísimo porque entonces ni siquiera vamos a tener que hacer elecciones y transición y todas esas cosas hinchapelotas de la democracia.

Con la excusa de la "autonomía" del BCRA se prolonga el uso de estos pecados heredados del neoliberalismo rancio que nos dejó como nos dejó0: linda discusión la de la "autonomía" de tantos funcionarios. Hemos exaltado tanto la autonomía como valor positivo que llegamos a la situación de que un vicepresidente, amparandose en su "autonomía" decide traicionar el voto popular y enfrentarse al mismo gobierno al que se propuso integrar.

Hernán Martín Pérez Redrado tiene que dejar de ser Martín Redrado, bajarse del caballo y, de patitas a la calle, volver a ser Hernán Pérez, ciudadano.

Y no porque nosotros los peronistas feos seamos prepotentes: acá un coterráneo de uno de los Autores, excelente boga, explica las razones "republicanas" para que entendamos porqué este chabón está meando afuera del tarro.

Un país en serio tiene que empezar a tener menos funcionario "libres" y "autónomos" para tener cada vez más funcionarios " esclavizados" y "dependientes": que sean esclavos de la voluntad popular y dependientes de aquellos que asumen la responsabilidad ante el pueblo por sus acciones.

Por lo demás, que el tipo exalte su libertad de conciencia pero se reúna con la oposición (más cuando la oposición con la que se reunió es la que se gastó U$D 30.000.000.000 en nada y nos dejó el BCRA vacío) es ridículo. Que se vaya a cagar.