Un día como hoy pero de 1945 , el Dr. Mazza (médico de confianza de Perón) entrevista al presidente Farrell y le entrega su informe acerca del “resfrío” del Pocho, "lo cual obliga imprescindible e impostergablemente a un examen clínico y de laboratorio en un ambiente hospitalario". Farrell asiente, en principio, a la solicitud, pero envía a Mazza para que formule la misma petición ante el ministro de Guerra, Gral. Avalos. El médico sabe que su argumento es un arma poderosa: las Fuerzas Armadas no pueden cargar con la responsabilidad, frente al pueblo, de que Perón enferme gravemente, con peligro de muerte, a causa de su detención, la cual, según los informes oficiales, procura protegerlo ante amenazas contra su vida.
Horas después, ya en su consultorio, Mazza es citado por el Alte. Vernengo Lima quien opone reparos a lo que considera demasiada buena voluntad de Farrell. A la Armada le disgusta la posibilidad de flexibilizar el control sobre Perón y además, mantiene dudas acerca de la veracidad de la información médica. El traslado de Perón provoca diversas reuniones y tarda en definirse. Mientras tanto se van barajando los nombres del nuevo gabinete: Alberto Hueyo, Isidoro Ruiz Moreno, Jorge Figueroa Alcorta y Tomás Amadeo, todos viejos conservadores. La embajada norteamericana está chocha con la detención de Perón: "Perón está fuera del juego políticamente hablando, sin apoyo palpable en el Ejército y muy poco del sector gremial colaboracionista". La pifia fulero.
Se declara la huelga revolucionaria por tiempo indeterminado en todos los ingenios. Los trabajadores tucumanos del azúcar exigen, además, la reunión del Comité Central Confederal de la C.G.T. Asimismo, en Berisso, al impulso combativo de Cipriano Reyes, los trabajadores de la Carne comienzan a movilizarse y al atardecer recorren las calles de esa localidad a los gritos de "¡Viva Perón y la Secretaría de Trabajo!".
El diario compañero La Epoca informa la irritación que cunde en la clase trabajadora, bajo el título: "Iniciaron los patrones su ataque a las conquistas sociales". La nota explica que dada la resolución del nuevo Secretario de Trabajo, los empleadores se niegan a abonar el feriado del 12 de octubre y que en algunas fábricas han aparecido carteles, colocados por la patronal en las puertas de acceso, con el siguiente texto: "El 12 de octubre vayan a cobrárselo a Perón". Esta actitud provoca incidentes en varias fábricas. La cúpula de la Central Obrera, atemorizada por la presión que viene desde las bases, visita al Gral. Avalos para solicitarle garantías de que las conquistas sociales no serán derogadas. También solicitan audiencia al presidente Farrell, para el día siguiente, a fin de asegurarse que sus reclamos serán escuchados y ante los reclamos del interior convocan al Comité Central Conferederal para el martes 16 de octubre, a las 18 horas, en Buenos Aires, organismo al cual proponen se declare una huelga general en todo el país.
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