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Perón Vuelve.
¡Le meeetamos un reeecurso diaaaamparo!
¡Juro a la patria y a mis compañeros, que si a las tres de la tarde del día inmediato el virrey no hubiese renunciado, a fe de caballero, yo le derribaré con mis armas!”El 25 de Mayo se hizo a punta de cuchillo, con los negros amontonados en las puertas de los despachos, gritando, exigiendo, demandando. Aquellos hombres -rudos, de armas tomar, y de vino, también- iban al frente como pocos, no eran nenes de pecho. Estos muchachos eran pesados, con convicciones temerarias, arrolladoras, durísimas, innegociables.
Es así que en campaña "todo vale", pero las palabras quedan. Menoscabar la memoria de Evita como lo hizo Hugo Biolcati, el presidente de la Sociedad Rural, por ejemplo, no resiste la historia: ni siquiera lo exculpa un perdón tardío.Cuando uno empieza a creer que Clarín por fin se dio cuenta del odio antipopular que detenta la Sociedad Rural y sus objetivos oscuros y antidemocráticos, ahí nomás sigue escribiendo Pepito para tranquilizarnos:
Tampoco sirve acosar a diario a medios y periodistas, bajo el cargo de confundir con malicia a la sociedad, como lo hace el ex presidente Kirchner.¡Claro! Reírse de Eva Perón es lo peor del mundo, en tanto y en cuanto sea asimilable a criticar a Clarín. Sin embargo, lo lindo viene un poco más adelante porque Pepito... ¡cita a Perón!
De un gesto se vuelve, de la palabra no. A propósito, veamos éstas: "La opinión pública del país está lo suficientemente preparada para criticar las informaciones que recibe. En algunos sectores se pensó que esa opinión había sido confundida con información tendenciosa, pero no fue así. A pesar que dos tercios de la opinión ciudadana soportó décadas de prédica destructiva, mantuvo una monolítica unidad de convicción. No es posible 'vender' ideas al pueblo, menos aún cuando, como en nuestro caso, se encuentra en él una incontenible sed de verdad". No es un comunicado de entidades de prensa. El texto lo firmó Juan Perón en la presentación de su Modelo Nacional, el 1° de mayo de 1974.Tal vez Pepito no la leyó con mucha atención porque Perón, en esa frase (que la eligió Pepito, sin que nadie lo acose como denuncia en el primer párrafo) está diciendo lo mismo que Kirchner. El hecho de que para Perón, “la opinión pública del país” no se termine creyendo la “información tendenciosa”, la “prédica destructiva”, habilita a Pepito a creer que entonces no hay ningún problema en tirar fruta por el aire. Sólo le falta decir a Pepito “sí, desde Clarín tergiversamos la información pero no se quejen y no nos denuncien porque Perón dijo que los pueblos no son tan boludos y por más que le ocultemos la verdad, no nos van a dar bola”.
Ni el Grande, ni el Rico deben satisfacer por precio los atentados contra el flaco y el pobre; de otra manera las riquezas, que, baxo la tutela de las Leyes, son el premio de la industria, se vuelven alimento de la tyranía. No hay libertad, quando algunas veces permiten las Leyes, que en ciertos acontecimientos el hombre dexe de ser persona, y se repute como cosa."Los Heresiarcas del Choripán y los Monjes del Justicialista Sport, por diversos motivos, lo cuentan en las filas del General. Nosotros también. Un día peronista para no olvidar.
En nuestro país siempre existió esta pugna entre dos países. Una Argentina -que yo creo está fielmente representada por el gobierno- se funda en una idea muy simple: para asegurar un porvenir felíz a los ciudadanos hay que generar un fuerte mercado interno. Para que haya un fuerte mercado interno, hay que redistribuir la riqueza. Para redistribuir la riqueza, hay que subir los salarios. Para subir los salarios, hay que generar industrias y actividades económicas que sean sustentables en el tiempo. Para que haya industrias y actividades económicas sustentables en el tiempo, hay que generar un fuerte mercado interno”.El joven agregó entonces que ese círculo virtuoso es el círculo de la estabilidad, de la previsibilidad, de la justicia, de la inclusión y del desarrollo. Sostuvo que, en los países del tercer mundo, esto no se puede lograr sin una fuerte intervención económica del Estado. Aclaró que dentro de ese marco hay matices, más de izquierda, más de derecha, pero matices al fin. Advirtió que esas ideas no son nada raras, que han sido consagradas científicamente a lo largo del siglo XX y probadas en todos los países que hoy son del primer mundo. Un nacionalismo sano, diría Scalabrini Ortíz.
Por el otro lado, tenés la otra Argentina. Un país que se dedica a aprovechar el momento económico internacional, apostando a determinadas actividades que generan una grandísima rentabilidad. Acá, esa actividad es básicamente la agropecuaria. Entonces, lo que se pretende es que de esa rentabilidad se derrame el capital hacia los otros sectores de la economía para desarrollar el resto del país. El mercado sería el encargado de producir ese derrame, sin ninguna dirección de la economía por parte del Estado. Lo que termina sucendiendo es que la rentabilidad se la termina quedando muy poca gente; el dinero se va del país; luego, en algún momento se acaba la coyuntura internacional favorable a la actividad económica y como no hay otras actividades rentables, el país colapsa; la presión social es tan grande que hay represión; se destruye la clase media; hay algún cambio de gobierno para maquillar el descontento y ahí arranca todo de nuevo”.Agregó entonces que ese círculo vicioso es el círculo de la inestabilidad, de la imprevisibilidad, de la injusticia, de la exclusión y del atraso. Sostuvo que en los países del tercer mundo esto no se puede lograr sin una fuerte represión social por parte del Estado. Aclaró que dentro de ese marco hay matices, más de izquierda, más de derecha, pero matices al fin. Advirtió que esas ideas no son nada raras, que han sido consagradas científicamente a lo largo del siglo XX y probadas en todos los países que hoy son del tercer mundo. “Ese es el meollo, el resto es verso”, concluyó y volvió a la parrilla. Así resumió este pibe la gran disyuntiva histórica de nuestro país. Por supuesto, hubo disensos, pero la charla se encauzó de otra manera. Ojalá ese debate se diera en todos los asados, en todos los diarios y en todos los canales.