Cuatrero Nac&Pop

Un día como hoy pero de 1912 un joven Jauretche violenta la tranquera de un campo ajeno en las cercanías de Lincoln, pueblo del que es oriundo. Su propósito es simple: expropiar un rumiante de buen tamaño con el objeto de darlo al fuego y luego, en partes, a sus amigos. Es capturado por dos "rurales" a los que infructuosamente reta a duelo por lo que termina pasando una noche en el calabozo. La experiencia le sirve para -tres decenios y algo más tarde- emprender una salvaje transferencia de riquezas hacia los más desposeídos desde la comandancia del Banco Central de la Provincia de Buenos Aires, hoy devenido en Bapro. Su fama de "cuatrero" de la economía se la gana con las reformas y además con las formas: se dice que lleva un facón a su despacho, apretado entre el cinto y las agallas, con el que abre la correspondencia. El pueblo peronista lo venera.