
Un día como hoy, pero ahora, hace minutos, Nestor invitó a todos los argentinos a debatir la nueva ley de radiodifusión. A todos, sin excepción, "a los que piensan como nosotros, y a los que no piensan". Punto.
“¡Salames! La luz se mueve siempre a velocidad constante de 300.000 Km/seg., independiente de la velocidad de la fuente emisor. O sea, que si agarrás esos llaveritos que te venden el tren, que vienen con linterna y lo prendés mientras el Roca va a las chapas, la velocidad del tren no afecta en lo más mínimo a la velocidad de la luz del llavero”.Hasta ese momento, la gilada estaba convencida de que si el tren aceleraba en la misma dirección que la linterna, la luz iba más rápido porque se sumaban algebraicamente las dos velocidades (velocidad de la luz + velocidad del tren). Una pavada, viejo.
La iniciativa del Gobierno de adelantar las elecciones puede ser legalmente defendible, pero resulta a todas luces perjudicial y contraproducente desde el punto de vista de la previsibilidad institucional. La modificación del calendario electoral está admitida por la Constitución Nacional, siempre que sea aprobada por la mayoría absoluta de las dos Cámaras del Legislativo. De este modo, la ley prevé instancias de adecuación de ese calendario a circunstancias excepcionales y sometidas al logro del amplio consenso que implica lograr las mayorías requeridas.Es decir, es legal, pero es anti-institucional. Es legítimo, pero esta mal. El gobierno pretende cumplir con todas las formalidades y las cuestiones de fondo que exige la legislación vigente. Pretende hacer aprobar su propuesta a través de las instituciones, pero es anti-institucional.
La modificación de calendario electoral es admitida por la Constitución. Pero aunque se cumplan los requisitos legales implica, en este caso, una manipulación institucional.Los Autores se preguntan: ¿Cuál es la diferencia entre norma e institución? ¿Que otras "instituciones" son manipuladas al comportarse de acuerdo a lo que dicta la Constitución? La Constitución ¿no es acaso "La Institución"? ¿Acaso no se escriben igual, pero una empieza con "Cons" y la otra con "Ins"? Para pensarlo, en otro día peronista lleno de sol, republicanismo y esperanzas para el pueblo argentino.
Volviendo al tema estrictamente sindical, ¿no cree que existe hoy un fenómeno de fragmentación organizativa que conspira contra la fuerza del movimiento obrero? En su campo, el estatal, por ejemplo, existen centenares de sindicatos de trabajadores nacionales, provinciales, municipales. ¿Cuál es la opinión del movimiento obrero sobre esta irracionalidad organizativa?
Es producto de una política de destrucción del movimiento obrero. Hasta 1955 en el estado sólo existían dos sindicatos: UPCN para jerarquizados y ATE nivel nacional. No era casual que ATE ocupara la secretaría general de la CGT. Después del 55, junto a la destrucción del estado, vino el "verso" de la libertad sindical permitiéndose la proliferación de muchos pequeños sindicatos, centenares, miles que sólo sirven para dividir a la clase trabajadora. Por eso no podemos solucionar dos problemas vitales. El primero: casi la mitad de los trabajadores del estado no tienen afiliación sindical. Segundo: la dispersión sindical dificulta que el estado resuelva los problemas nacionales. El estado, en los países dependientes, es el principal bastión de una política de enfrentamiento con las transnacionales o que ponga límites a su voracidad. La fuerza sindical debería responder rápidamente ante la ofensiva del FMI y nuestra dispersión lo impide. Lo mismo ocurre en el campo de la energía, del transporte. La clase más ligada al proyecto nacional es la trabajadora. Cuanto más fracturada esté, más difícil será que pueda encabezar un proyecto liberador.
¿En ATE hay noción del absurdo que significa la existencia de dos sindicatos, ATE y UPCN, con el mismo ámbito de representación?
En la próxima reforma de nuestros estatutos uno de los puntos a incluir será la necesidad de la unidad orgánica de todos los sindicatos estatales. Y ello a nivel de las estructuras sindicales y no sólo como confederación superior de sindicatos.