Algún día verás que me voy a morir

Un día como pero hace 428 años nunca existió. ¿Por qué? Porque en el año 1582, al Papa Gregorio XIII se le dio por cambiar el calendario y además de ponerle su nombre, eliminó 5 días que nunca pasaron. Hoy, 5 de octubre, es uno de ellos.

De acuerdo a la línea creativa de argumentación jurídica que vienen imponiendo algunos jueces argentos, a este humilde pasquín le parece que tranquilamente la Justicia debería volver a las Fuentes del Derecho Gregoriano y hacer uso de una nueva teoría.

Veamos.

El Congreso aprueba una ley que tiene como objetivo desmonopolizar los medios de comunicación para garantizar a todos los argentinos el derecho a la libertad de expresión a través de la posibilidad de escuchar otras voces distintas a la del grupo empresario Clarín, que es el que genera el Monopolio porque tiene en su poder muchísimas más licencias que las permitidas en una Democracia.

Ningún juez dice que la Ley es inconstitucional pero algunos mamarrachos dicen algo así como que “habría que impedir la desmonopolización por las dudas de que llegue a ser inconstitucional”. O sea, la ley está bien, está en vigencia, hay un monopolio que vulnera el derecho de libertad de expresión, hay que desmonopolizar para solucionarlo pero como el Monopolio lo pide “no desmonopolicemos hasta ver bien, bien, qué onda”.

Los miembros de la Corte Suprema ven esta situación y deciden mirar para otro lado diciendo “nosotros nos ocupamos de otras cosas más importantes, síganlo discutiendo pero no se demoren mucho, no?”. Todos los miembros de la Corte son totalmente concientes de que mientras exista un Monopolio se está vulnerando el Derecho Humano de Libertad de Expresión y decidieron votar a favor de Clarín y en contra de los Tratados Internacionales de Derechos Humanos.

Entonces para el Poder Judicial la cosa es así: “el monopolio atenta contra la libertad de expresión; la ley es buena porque desmonopoliza; por las dudas, todavía no desmonopolicemos”. ¡Juá!

Teniendo en cuenta que los Tratados Internacionales de Derechos Humanos, la Constitución Nacional y las leyes vigentes no son del agrado de los Señores Magistrados, para estar en sintonía de la Nueva Jurisprudencia Creativa y en homenaje al querido y recordado Papa Gregorio XIII, padre de todos los plazos en Occidente, proponemos que el día de hoy, de la misma forma que aquél de 1582, no exista.