Riky Roa y su MR5

Un día como hoy pero hoy mismo, el Editor General Adjunto de Clarín, Riky Rúcula Roa, escribe una opinión de esas que nos gustan mucho porque son cortitas, fríamente calculadas, llenas de chicanas semánticas, ambiguas y bolaceras. No dicen nada porque no lo necesitan. Este tipo de columnas tienen la ventaja de poder decir una cosa, al renglón siguiente desmentirla y al final concluir la primera. Es el famoso "Método de Redacción Rastrera Riky Rúcula Roa" (M.R.R.R.R.R. o MR5).
Veamos... Arranca así:

“Kirchner volvió a ser Kirchner. No vociferó como en el peor momento de la pelea con el campo. Pero volvió como si el tiempo no hubiera pasado.”

La técnica Roa es simple y se puede usar para todo y cuantas veces sea necesario: “Esto es X. No tiene las supuestas características esenciales de X. Pero esto es X”; “Esto es una silla. Esto no tiene cuatro patas, ni asiento, ni respaldo. Pero esto es una silla”; “Esto es una ley polémica. Es buena para los trabajadores. Pero es una ley polémica”.

Veamos la próxima aplicación del MR5:

“Por razones parecidas, Kirchner debería darle las gracias a Carrió, que otra vez exageró para denunciarlo por "un gobierno de facto". Aunque sea cierto que el ex presidente actúa muchas veces como si no hubiera dejado de serlo.”

“Carrió dice algo. Es mentira. Pero tiene razón.” El MR5 es mágico. Se puede usar para todo. No importa el verdadero concepto de “gobierno de facto”, tampoco importan los antecedentes sangrientos que tiene nuestro país, no importan los años de proscripciones, no importa nada. “De facto porque sí. Aunque no. Pero sí”.
Otra más:

Kirchner volvió a ser Kirchner y los kirchneristas también. Diputados aprobó el fin de la tablita impositiva y todos los bloques votaron a favor del proyecto oficial. Fue una expresión de coincidencia democrática. Pero como si hubiera un defecto de fábrica, el jefe de la bancada K, en lugar de reconocer el gesto, prefirió autoelogiarse y hundirse en el pasado para descalificar a la misma oposición que lo había acompañado.

El MR5 de Roa en su máxima expresión. “Los Diputados kirchneristas son malos y sectarios. La ley de la “tablita” fue votada por todos los bloques. Pero los diputados kirchneristas son malos y sectarios”. Se puede desarrollar, incluso, aún más: “El gobierno de facto quiere eliminar la “tablita“. La oposición “democrática” acompaña el proyecto con severas críticas. Si a un “demócrata” le aumentan el sueldo de $7.000 a $8.000 debe agradecerle a la oposición el acompañamiento y no al gobierno la iniciativa ni su mayoría propia”. No vaya a ser que la clase media se avive, no Doña Roa?

Por esta vez nos abocaremos exclusivamente a la explicación del MR5 y no al resto de las pavadas que dice en la nota como que “La prensa que la oculta (a la información real) y se subordina al poder desaparece. Simplemente porque la gente no elige desinformarse”. O que “Y en un momento en que acordar es más necesario que nunca por la crisis, arremetió contra todos. La oposición, el gobierno norteamericano, la prensa y el vicepresidente Cobos, que como los medios independientes está abonado ya a las filípicas kirchneristas”.

No vamos a analizar en esta ocasión estos dos párrafos porque habría que preguntarle a Riky Roa muchas cosas y sabemos que él escribe poquito. Sería un abuso preguntarle ¿cuál prensa se subordina al poder?, o ¿está bien que la prensa de cualquier tipo que sea desaparezca?, o ¿la oposición, el gobierno norteamericano, la prensa y Cobos somos TODOS?, o si los trabajadores, por ejemplo, estarían representados por el gobierno norteamericano o por una empresa mediática que los emplea, o ¿Cobos y Clarín están más o menos abonados a las críticas de Kirchner que los usuarios que están obligados a que elegir entre Cablevisión o Multicanal (ambas de Clarín) para poder ver la tele?

Reconocemos que Riky Roa la quiera remontar usando la palabra “filípica”. Por eso vamos a darle el gusto de estrenar nuestra aplicación de su propia técnica: “Roa es un salame. Usa la palabra filípica, que está buena, es rebuscada, le da aires de intelectual. Pero Roa es un salame”.
Por último, y sólo porque nos la deja picando...

Sin embargo, Cobos debería estar agradecido a los Kirchner por usarlo de punching ball.

¡Lo que le debería agradecer Cobos a Kirchner es el laburo que le consiguió!