¡Salames!

Un día como hoy pero de 1916, Albert Eintein presenta la Teoría General de la Relatividad. Dicha teoría resulta más complicada de entender que de explicar, sobre todo para un peronista del montón. Por eso vamos a decir, nomás, que es una generalización de otra teoría, la más grosa, la más polémica, la que generó tensión, malestar y la que, en su momento, dividió a toda la comunidad científica: la Teoría Especial de la Relatividad.
Al Beto Einstein se le ocurrió discutir lo indiscutible. Contra todos los científicos, contra todo el mundo académico, contra todos los diarios del momento, en fin, contra todos, se plantó y dijo:

“¡Salames! La luz se mueve siempre a velocidad constante de 300.000 Km/seg., independiente de la velocidad de la fuente emisor. O sea, que si agarrás esos llaveritos que te venden el tren, que vienen con linterna y lo prendés mientras el Roca va a las chapas, la velocidad del tren no afecta en lo más mínimo a la velocidad de la luz del llavero”.

Hasta ese momento, la gilada estaba convencida de que si el tren aceleraba en la misma dirección que la linterna, la luz iba más rápido porque se sumaban algebraicamente las dos velocidades (velocidad de la luz + velocidad del tren). Una pavada, viejo.
Sin embargo, a pesar de que el compañero Einstein nos cantó la posta hace casi cien años, la humildad peronista nos obliga a admitir que el Beto, simplemente elaboró una descripción de “La Naturaleza” más precisa que la que se había hecho hasta ese entonces y es muy posible que alguien halle, alguna vez, una mejor. Lo cierto es que “La Naturaleza”, así como “La Realidad” no dejaron de ser como eran antes de que un compañero peronista la describiera mejor que otro.
En un día peronista, en una semana zarpada en peroncha, nos reímos de los que siguen tratando de forzar la descripción de “La Realidad” y saludamos al compañero Einstein, que con su verdad relativa, describiera mucho mejor la Realidad Efectiva, que debemos a Perón. Perón, Perón, qué grande sos...!!!